La Montaña Rusa Financiera de la Transición
Planear para los altibajos
Las ventas de alimentos orgánicos han estado creciendo a una tasa anual de dos dígitos en los últimos años, pero el crecimiento de la superficie orgánica certificada ha sido mucho más lento. Con la demanda superando la oferta, las importaciones de productos alimenticios orgánicos están aumentando drásticamente y las primas de los precios orgánicos siguen siendo fuertes.
A pesar de los mayores costos de producción y menores rendimientos, los investigadores del Servicio de Investigación Económica (del Departamento de Agricultura de los EE.UU., o USDA por sus siglas en inglés) descubrieron que las primas de los precios orgánicos superaban con creces los efectos financieros negativos. Durante 2011-2014, descubrieron que los productores de maíz orgánico compensaron $1,92- $2,27 más por bushel que los productores de maíz convencionales, y los productores de soja orgánica obtuvieron $6,62-$7,81 más por bushel que sus contrapartes convencionales durante el mismo período.
Con la producción orgánica ofreciendo un potencial de ganancias tan significativo, ¿por qué no hay más agricultores haciendo la transición a orgánico?
El período de transición en sí parece ser un gran obstáculo. La transición a la certificación orgánica requiere un período obligatorio de tres años, en el cual los productores siguen las prácticas de agricultura orgánica pero no pueden obtener una prima de precio como certificado orgánico. Las preocupaciones y la incertidumbre sobre el proceso de transición desalientan a muchos agricultores de intentar la gestión orgánica o de seguir adelante con la transición a la certificación una vez comenzada.
Una planificación cuidadosa es clave para el éxito de los productores en transición. La planificación del negocio agrícola ayuda a los agricultores a sortear los varios caminos a la certificación, les da la confianza para mantener el rumbo cuando surgen problemas inesperados y ayuda a clarificar la comunicación del agricultor con los miembros de la familia, vecinos, prestamistas y certificadores.
La planificación efectiva comienza con la identificación y comunicación bien analizada de los valores que motivan cualquier transición a las prácticas de producción orgánica. A continuación viene una evaluación exhaustiva de la historia de la empresa agrícola, así como los recursos físicos, humanos y financieros que caracterizan la situación actual de un agricultor. Teniendo en cuenta los valores y los recursos, los agricultores están bien preparados para desarrollar una estrategia de transición enfocada a base de finanzas y una rotación de cultivos para sus granjas.
TIPOS DE ESTRATEGIAS DE TRANSICIÓN
En el proyecto «Herramientas para la Transición», un programa de investigación financiado por el Instituto Nacional de Alientos y Agricultura del USDA, los agricultores del estado de Minnesota tendían a practicar una de las tres estrategias de transición: transición completa, gradual o dividida. La transición al orgánico es un proceso a largo plazo, y una estrategia adecuada para una granja puede no funcionar para otra. Los siguientes ejemplos muestran las distintas diferencias en las estrategias de transición utilizadas por los agricultores de Minnesota.
RORY BEYER: ESTRATEGIA DE TRANSICIÓN DE LA GRANJA COMPLETA
Algunos agricultores, como el granjero lechero Rory Beyer y sus padres, lograron la transición de toda su finca (cultivos y ganado) en un solo período de tres años. Después de que Beyer volviera a casa de la universidad con un título en ciencias animales, comenzó a ayudar a sus padres a operar su granja lechera de 600 acres. A pesar de la implementación de importantes mejoras genéticas de ganado, lucharon con los volátiles costos de alimentación y los bajos precios de la leche convencional. «Habíamos estado observando a nuestros vecinos [certificados orgánicos]… ellos estaban alimentando el ganado con su propio grano, produciendo menos leche y ganando más dinero», explica Beyer. «Así que empecé a ver lo que nos costaba por cada vaca el producir alimento, comprar alimento y distribuirlo a nuestros animales».
Después de presupuestar cuidadosamente los costos, Beyer fue capaz de hacer un fuerte argumento financiero para el cambio, y la familia decidió hacer la transición total de convencional a orgánico durante 2006-2009. Hoy, los Beyer pertenecen y comercializan su leche a través de la Cooperativa del Organic Valley. La certificación les ha permitido planear con anticipación y acceder a mejores condiciones de financiación debido a la estabilidad de precios. «Lo que más me enorgullece es tomar la decisión de cambiar», dice Beyer. «No te das cuenta del impacto que tendrán los cambios hasta después de que los has hecho».
JONATHAN Y CAROLYN OLSON: ESTRATEGIA DE TRANSICIÓN GRADUAL
Los agricultores veteranos Jonathan y Carolyn Olson hicieron la transición gradualmente, uno o dos campos a la vez, durante casi una década. Entre 2008 y 2013, los Olson consiguieron la transición de más de 1.100 acres de tierra de convencionales a orgánicos, comenzando con sólo 40 acres. Esta estrategia estudiada no sólo les dio los Olson la flexibilidad para resolver los pormenores en sus nuevas prácticas de producción orgánica, sino que hizo la conversión más aceptable para su prestamista. «Nuestro banquero sonrió cuando vio los precios orgánicos», dice Jonathan. «Poco a poco la transición de áreas más pequeñas nos permitió aprender», añade. «Quince años después, todavía estamos aprendiendo.»
BRYAN Y THERESA KERKAERT: ESTRATEGIA DE TRANSICIÓN COMO OPERACIÓN MIXTA
Los Kerkaert mantienen una operación de producción mixta de 1.300 acres de maíz, maíz azul, soja, alfalfa y granos pequeños. Aproximadamente 500 acres son certificados orgánicos y 800 acres se cultivan convencionalmente. Debido a que los Kerkaert alquilan varias parcelas de terreno, algunas con plazos de arrendamiento de un año, es difícil planificar rotaciones de cultivos o justificar la certificación orgánica de todos sus campos. «No sé si tendré esa tierra el próximo año, y mucho menos dentro de cinco años», explica Kerkaert. Las operaciones mixtas requieren una atención rigurosa a la limpieza documentada de equipos, el almacenamiento de los cultivos y contaminación, pero para algunos agricultores, es la elección correcta.
GESTIÓN DE LA ROTACIÓN DE CULTIVOS EN TRANSICIÓN
Entre los agricultores que participaron en el proyecto Herramientas para la Transición, la elección de una rotación de transición estuvo influenciada por dos factores principales:
- La necesidad de construir la salud y la calidad del suelo rápidamente, y de controlar las malas hierbas. Por ejemplo, la alfalfa es una opción atractiva en el Alto Medio Oeste de los EE.UU., aunque el año de establecimiento puede ser un desafío porque los rendimientos del heno son bajos y los costos de semilla y otros insumos pueden ser altos.
- El deseo de dedicar tanta superficie como sea posible a la cosecha más rentable en el primer año de certificación. Una ganancia inesperada en el primer año apoya la recuperación de las ganancias perdidas y el aumento de los costos incurridos durante la transición.
Las decisiones de rotación de cultivos son impactadas y dictadas por la ubicación. El rendimiento, los coeficientes de costos y la demanda del mercado varían de una región a otra, lo que afecta las decisiones a nivel de la granja. Por ejemplo, el siguiente análisis de un estudio de plan de rotación de cultivos en el sureste de Minnesota se basa en una fuerte demanda del mercado local de heno orgánico, debido a la proximidad de muchas granjas lecheras orgánicas. Además, el heno de alfalfa es una opción apropiada para el clima de la región, ayudando a reconstruir el suelo durante la transición mientras que suprime las malas hierbas. Por lo tanto, el propietario planea incluir la alfalfa como parte de la rotación de cultivos orgánicos a largo plazo y utilizará el heno de alfalfa como cultivo clave durante el período de transición.
Una planificación eficaz de la rotación de cultivos requiere buenos datos, pero es difícil encontrar datos sobre el rendimiento de la granja durante la transición. Utilizamos los coeficientes de rendimiento y costo para resumir los datos recolectados de las fincas participantes en el proyecto de Tools for Transition para crear presupuestos para las empresas-proyección de los costos y retornos de producir un cultivo- para cultivos en transición y certificados basados en los datos convencionales de una granja. Los presupuestos de planificación pueden y deben basarse en un análisis cuidadoso de los registros de la granja y en conversaciones con otros agricultores locales que ya han pasado por la transición.
UN ESTUDIO DEL MANEJO DE ROTACIÓN DE CULTIVOS
Cada transición a la producción orgánica es única, pero los siguientes ejemplos ayudan a ilustrar cómo una rotación de cultivos bien administrada durante la transición puede afectar los rendimientos netos durante un período de tiempo prolongado.
Este ejemplo se centra en una granja convencional de maíz y soja de 480 acres en el sureste de Minnesota. La mitad de la superficie es propiedad del agricultor, mientras que renta la otra mitad, por lo cual se está considerando una estrategia de transición dividida- la transición a la producción orgánica certificada de sólo la tierra que le pertenece. Las 240 hectáreas de tierra arrendada continuarán siendo manejadas convencionalmente, con la mitad sembrada en maíz y la mitad en soja.
En este caso, la transición comienza mientras la granja sigue siendo cultivada convencionalmente. El maíz y la soja no modificados genéticamente se plantan en la superficie de propiedad a ser transitada y no se aplican sustancias prohibidas, por ejemplo, fertilizantes químicos o herbicidas, después de mediados de julio. Esto hace posible certificar la tierra en el cuarto año anterior a la cosecha de avena, soja y maíz.
En los años dos y tres, la mitad de la tierra en transición se siembra con avena de transición sembrada con alfalfa cada año. Estos dos años se centran totalmente en la construcción de suelos y supresión de malezas, ambos críticos para una transición exitosa a la producción orgánica. Los ingresos son bajos y los costos son altos durante este año de establecimiento, pero la base de alfalfa establecida puede ser retenida por otro año o dos y generar retornos netos positivos.
La tierra en transición puede ser certificada como orgánica a finales de julio o principios de agosto del año cuatro. Se siembra una cuarta parte con maíz el cual puede ser cosechado como un cultivo orgánico certificado. El maíz es la cosecha orgánica más rentable en el Medio Oeste, impulsando las ganancias en el año de certificación. Los primeros cortes de alfalfa en el cuarto año ocurrirán antes de la fecha de certificación, por lo que todavía se tratará como un cultivo de transición para propósitos de planificación.
En los próximos tres años, finalmente se establece la rotación a largo plazo. El maíz orgánico se planta en la tierra donde se había establecido la alfalfa; la soja orgánica se planta en tierras previamente plantadas con maíz orgánico; la avena orgánica y la alfalfa se siembran en la tierra donde previamente había soja orgánica; y los campos orgánicos establecidos con alfalfa permanecen en la rotación por un segundo año.
¿Qué significa todo esto en términos de viabilidad financiera de la granja durante la transición?
Bueno, la transición puede ser una montaña rusa financiera. Al evaluar los rendimientos netos de toda la granja, es útil ver las fluctuaciones al comparar operaciones convencionales, de producción mixta y operaciones de transición completa.
Utilizando nuestro estudio en la granja de producción mixta, después del último año de producción convencional, los rendimientos bajan bruscamente al inicio de la transición y se mantienen por debajo del nivel de pre-transición en el segundo año de transición debido a la reducción del rendimiento del maíz y muy bajos retornos para la avena que ha sido sembrada con la alfalfa. La caída en los retornos netos durante la transición es aún mayor para una transición de toda la granja. Para algunos agricultores, esta caída es simplemente demasiado abrupta para arriesgar cualquier estrategia de transición.
Sin embargo, los retornos netos de ambas estrategias de transición alcanzan un pico cuando la tierra está certificada como orgánica (cuarto año) y la mezcla de cultivos incluye maíz orgánico y alfalfa altamente rentable. Los rendimientos disminuyen ligeramente y luego se estabilizan en años posteriores una vez que se ha establecido la rotación de cultivos a largo plazo. Las rentabilidades netas en estos años para las dos estrategias de transición son casi 40 y 90 por ciento por encima del nivel convencional.
Es importante señalar que este ejemplo no contempla el rendimiento y el riesgo de precio, no tiene en cuenta las inversiones en la granja, como los nuevos equipos, y puede exagerar los retornos en los primeros años después de la certificación. Estos riesgos, junto con el desafío de aprender una nueva manera de cultivar, necesitan ser considerados cuidadosamente antes de que cualquier persona emprenda la transición.
Los puntos clave son que cualquier agricultor que emprenda la transición hacia la producción orgánica necesitaría un análisis financiero sólido para subsanar los déficits financieros de los años de transición y deberá trabajar en estrategias para contrarrestar los ingresos perdidos durante la transición a través de préstamos, un programa de fondos para la conservación mediante el Servicio de Conservación de Recursos Naturales o asegurando primas de transición con compradores potenciales.
Durante la transición de la producción convencional a la orgánica, las pequeñas decisiones pueden tener grandes impactos, no sólo en la granja, sino también para el paisaje agrícola en general. La misma estrategia no funciona para todos, y la transición orgánica no es una propuesta de «todo o nada». Los beneficios reales pueden ser alcanzados por estrategias de transición gradual u operación mixta, y una planificación cuidadosa de la rotación de cultivos puede ayudar a los agricultores a recuperar las pérdidas sufridas durante los años de transición más rápidamente.
Estar bien preparados para los retos económicos, agrícolas e incluso culturales de la transición puede ayudar a las granjas a llevar a cabo exitosamente la transición hacia la operación orgánica, lo que representa un modelo que puede apoyar la viabilidad a largo plazo de las granjas en forma de primas de precios y estabilidad de precios, y a la vez mejora la salud del suelo para las generaciones futuras.
Autors: Robert P. King & Gigi Digiacomo